Ante la fuerte sequía que vive el país debemos promover el ahorro de agua.
Agencias/CRA UETDT
El Niño es un fenómeno meteorológico, cíclico, que consiste
en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas en la zona
intertropical provocando, en consecuencia, una superposición de aguas cálidas
procedentes de la zona del hemisferio norte inmediatamente al norte del ecuador
sobre las aguas de emersión muy frías que caracterizan la corriente de
Humboldt; esta situación provoca estragos a escala zonal (en la zona
intertropical) debido a las intensas lluvias, afectando principalmente a América
del Sur, tanto en las costas atlánticas como en las del Pacífico,
especialmente, en estas últimas.
El nombre de "El Niño" se debe a pescadores del
puerto de Paita al norte de Perú que observaron que las aguas del sistema de
corrientes del pacífico oriental o corriente de Humboldt, que corre desde la
costa central de Chile por el sur hasta el norte frente a las costas
septentrionales de Perú, se calentaban en la época de las fiestas navideñas y
los cardúmenes o bancos de peces desaparecían de la superficie oceánica, debido
a una corriente caliente procedente del golfo de Guayaquil (Ecuador). A este
fenómeno le dieron el nombre de Corriente de El Niño, por su asociación con la
época de la Navidad y el Niño Jesús.
El Niño en Venezuela
Este fenómeno provoca intensas precipitaciones en el sur del
continente americano, mientras que en la zona norte de Suramérica, como el caso
de Venezuela, se registran fuertes sequías, motivo por el cual los principales embalses del país se han visto afectado
por el período de sequía que podría prolongarse hasta el mes de abril. Entre Enero y Febrero se podrían generar focos de incendios
forestales de manera temprana, como otra consecuencia de “El Niño.